La primera vez que escuché sobre la ciencia del césped, estaba sentada en círculo junto con unos 10 estudiantes exhaustos de mi sesión de discusión de química. Habían cogido un examen la noche anterior y parecía que iban a colapsar de cansancio. En Purdue, las sesiones de discusión son opcionales para los estudiantes, pero como asistente de enseñanza, yo todavía tenía que estar allí durante los cincuenta minutos completos, incluso si nadie se hubiera venido o hubiera hecho ninguna pregunta. Estaba lista para continuar con el siguiente tema de química; siempre preparaba una mini conferencia de revisión sobre los temas en los que observaba que mis estudiantes tenían más dificultades o en los que mi experiencia me había enseñado que eran los más difíciles para los estudiantes. Pero cuando vi que, legítimamente, no iba a recibir mucha atención de ellos, les pregunté qué querían hacer.

"Podemos seguir adelante y revisar el material para la próxima sesión de laboratorio o podemos discutir el examen de anoche", dije y los escuché suspirar y estremecerse.

"O simplemente podemos sentarnos un rato y conversar sobre lo que ustedes quieran".

Terminamos poniendo las sillas en un círculo y teniendo una conversación sobre por qué estábamos en la universidad, las especialidades que elegimos y qué estábamos haciendo antes de comenzar la a estudiar. Empecé a contarles sobre mí. No tenían idea de que yo también era estudiante, aunque una estudiante de doctorado, que yo también había cogido varias clases, que trabajaba a tiempo completo en el laboratorio de mi profesora de doctorado y luego trabajaba a tiempo parcial como asistente de enseñanza en el departamento de Química para poder mantenerme a mí misma. Me veían e interactuaban conmigo varias veces en semana pero no tenían ni idea de mi edad o cómo había trabajado en la industria antes de comenzar la escuela de graduada.

A pesar de que ellos no tenían ni idea de lo que era un estudiante de doctorado, yo tampoco tenía mucha idea de todos los antecedentes que representaban. Había jóvenes cuyos padres eran abogados, había uno o dos que venían de granjas y eran los primeros en sus familias extendidas en ir a la universidad; había un joven que había servido en el ejército y se sentía como el niño mayor de la clase. Aproximadamente un tercio iba a la universidad porque querían conseguir un buen trabajo cuando se graduaran o tenían una visión o un ideal; otros, porque sus padres decían que tenían que hacerlo y unos pocos no tenían ni idea de por qué, simplemente parecía que era lo que había que hacer. Las especialidades eran relativamente pocas en ese grupo particular de estudiantes; uno o dos de enfermería, algunos otros que no recuerdo ahora, pero hubo una especialidad que se me quedó grabada en la mente porque nunca había oído hablar de ella antes, Gestión y Ciencias del Césped.